COMPOSICIÓN QUÍMICA DE LA SAL


Por ser un ingrediente de uso común y diario, existen aspectos que dejamos de tomar en cuenta, prestando solo atención a sus propiedades y beneficios en el arte culinario o la salud. Sin embargo, es importante también conocer cuál es la composición química de la sal, y lo haremos en términos sencillos.

Así tenemos que, la sal es un compuesto químico donde se produce la alteración de un átomo de sodio y un átomo de cloro que van a unirse por medio de un enlace iónico, obteniéndose como resultado, una estructura cristalina que presenta forma cúbica, el cual es capaz de ser disuelto en agua, así como en otros líquidos.

Conoce ahora la composición química de la sal.

En primer lugar, debemos saber que la sal no es un elemento puro, por el contrario, es el resultado de la reacción o combinación química de una base como es el sodio (Na) y un ácido como el Cloro (Cl), que da como resultado el Cloruro de Sodio (NaCl)

De igual manera, es importante resaltar que la composición química de la sal es simple, ya que este elemento está formado por un átomo de sodio con carga positiva y un átomo de cloro con carga negativa, más una serie de sales neutras.

Por otra parte, el cloruro de sodio, su componente mayoritario, se ubica en el 78% del peso, presentándose variantes en los demás integrantes, que pudieran ser hasta 75 sales minerales y oligoelementos, destacándose entre esos minerales esenciales, el magnesio y el calcio. Los minerales no esenciales están encabezados por el azufre, combinado con diferentes oligoelementos como el hierro, el cobre, el zinc y el fósforo, además de manganeso y bromo.

Descubre cómo se forma la sal.

El sodio como metal, pertenece al grupo de los alcalinos, con la característica de ser muy reactivo. Por su parte, el cloro se clasifica entre los no metales ubicándose en el grupo de los halógenos y con la similitud de una alta reactividad.

Por consiguiente, si logramos colocar juntos en un envase tanto sodio como cloro, posiblemente y a simple vista, no habrá reacción química, puesto que dada la composición química de la sal, se hace necesario un tercer elemento que libere suficiente energía, y además, que induzca a una acción recíproca entre ellos de tipo exotérmica.

Ciertamente, solo basta colocar agua para que el sodio se active con ella, donde se liberará la energía faltante para dar lugar a una nueva reactividad, pero esta vez entre sodio y cloro, que permita como resultado un elemento diferente a los primarios, que en nuestro caso será el cloruro de sodio o sal común.